La resolución de la Conferencia Mundial de Radiocomunicaciones garantiza el futuro de la TDT hasta 2030

La televisión, el medio de comunicación referente de nuestra sociedad, está en uno de los momentos más importantes de su historia. Es un medio que sigue evolucionando en calidad, como demuestra su reciente salto a la alta definición (HD) y ultra alta definición (UHD), -como es el canal lanzado por RTVE para La 1-.

Por sus características únicas, la TDT es un servicio público esencial e imprescindible para el correcto funcionamiento de una sociedad democrática; es universal, de libre acceso y gratuito. Esto lo convierte en una herramienta de gran importancia tanto para nuestro desarrollo personal como social, capaz de garantizar un acceso regulado a la información que nos permite ejercer nuestros derechos con libertad.

Además, desde un punto de vista técnico, es insuperable en cuestiones no solo tecnológicas, por su sencillez y extensión, sino también en otras tan en boga como la sostenibilidad; siendo el medio más eficiente medioambientalmente, que permite el envío de más cantidad de información por unidad de frecuencia.

Sin embargo, desde hace años parece haber una narrativa en circulación por parte de la prensa, incluso la especializada, con el objetivo de hacer que parezca una tecnología en decadencia, anticipando una desaparición que no solo no está ocurriendo, sino que no deberíamos dejar que ocurra. Esta corriente de opinión apuesta por su suplantación por servicios móviles y televisión en Internet… casualmente, por parte de los principales interesados en hacerse con el bien más preciado de la televisión: sus frecuencias.

Por el contrario, son muy escasas las voces que defienden la postura contraria, destacando la labor de dos organizaciones sobre todas las demás: UHDSPAIN, que ha impulsado un piloto en UHD, y Televisión Abierta, organización con representación amplia de todos los sectores socioeconómicos relacionados que defiende la televisión lineal y de libre acceso; contemplando todos sus complementos evolutivos.

Y es que la televisión utiliza un rango de frecuencia muy atractivo por sus características de propagación y por su penetración en el interior de los edificios, enfrentándola a aquellos sectores que también necesitan de este recurso para ofrecer sus servicios: fundamentalmente los radiodifusores y las empresas de telecomunicaciones.

Una batalla que tiene sus orígenes en el cambio tecnológico del paso de la TV analógica a la digital, cuando la mayor eficiencia de esta última permitió liberar una gran parte del espectro para otros usos de telecomunicaciones. Pese a que, en su momento, hubo un primer acuerdo, la evolución tecnológica que se adivinaba dejaba patente que era necesario establecer una estrategia a largo plazo.

Una estrategia que, además, requería de acuerdos internacionales, porque estas frecuencias no requieren de hilos, y las señales aéreas no entienden de fronteras. En su lugar, son asignadas a través de acuerdos que se deciden en conferencias mundiales (CMR) celebradas cada 3 a 4 años.

Consciente de esta problemática, ya en 2014 la CE pidió al prestigioso parlamentario francés, Pascal Lamy, que reuniera a ambos sectores y alcanzara un acuerdo en el que todos ganasen. Pese a que jamás se llegaría a dicho acuerdo, el parlamentario, en su calidad de presidente del grupo creado, sí que saldría con una estrategia que consideró equitativa y que la CE utilizó para generar un para la futuro evolución de la UHF. A saber:

  1. Poner a disposición de las empresas de telecomunicaciones la banda de 700 MHz para servicios de banda ancha en el 2020 (+/-2 años), lo que condujo a un segundo dividendo digital.
  2. Dotar de seguridad jurídica a los servicios radiodifundidos (TDT) hasta 2030, algo que en España se consagra en el Real Decreto del Plan técnico nacional de la TDT y que regula aspectos para la liberación del segundo dividendo digital del 2019.
  3. Sin incluir la revisión propuesta por Lamy de revisión en el 2025.

Esta decisión ayudaría a establecer la posición europea en las CMR. En particular, en la de 2015, donde se justificó el proceso del 2DD en Europa – proceso que en España se terminó en el 2020 – y en la del 2019, donde se estableció la agenda a discutir en la CMR2023; que incluía la revisión de la asignación del espectro más allá de 2030. Algo que aún no había sido discutido, pero que ya estaba generando controversia.

En esta conferencia CMR2023, celebrada entre los meses de noviembre y diciembre del pasado año, se partía de una situación de gran incertidumbre. Algo especialmente peliagudo en una conferencia que, por su propio funcionamiento, requiere llegar a resoluciones por consenso, necesitando de posicionamientos comunes entre aquellos grupos de países que compartan intereses.

En el caso de España, siempre ha estado en el “bando del” NOC, el del No Cambio que busca mantener el servicio público esencial de interés general. Sin embargo, debido a la gran segmentación con la que se llegaba a la conferencia, en EU apostaría por una solución intermedia en el que la TDT tuviese una prioridad primaria, y los servicios de telecomunicaciones en movilidad tuvieran una secundaria.

Un resultado bastante favorable para la TDT que en el que en la región 1 (Europa, África, Oriente Medio y Mancomunidad Rusa) la banda de UHF que hoy utiliza la TDT (470 a 694MHz) se mantiene como atribución primaria para la radiodifusión (la TDT) y, además, se añadieron notas al pie para singularidades – como en el caso de España, donde se mantiene el NOC- y otras consideraciones y revisiones que serán hechas en la conferencia del 2031.

En definitiva, el resultado es un fuerte respaldo para la TDT que garantiza su servicio hasta el 2030 y, lo más importante, más allá, ya que sabemos que la CE está estudiando un marco a largo plazo de consenso, eso sí, sujeto a revisión en la conferencia mundial del 2031.

A buen seguro que habrá TDT más allá del 2031, difundiendo el servicio público esencial de acceso a la información, formación y entretenimiento de forma eficiente, libre y ubicua, incorporando innovaciones de nuevos modos de servicios complementarios como 5G radiodifundido que aporta movilidad, restricción geográfica y acceso a contenidos IP complementarios en Internet.

José Luis Fernández Carnero, Consejero de TRedess

TRedess es una compañía perteneciente a Televés Corporación.

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